Cuando los bloques cuentan
La infancia es un tiempo de exploración, de descubrimiento permanente, de felicidad instantánea. El juego es el mecanismo que permite ingresar en una lógica única, en la que el niño transita por una experiencia con extrema permeabilidad. Cuando el juego se combina con la enseñanza, el resultado es muy efectivo.
La Fundación Dorina Nowill para ciegos -una organización brasileña sin fines de lucro-, en conjunto con la agencia LEW’LARA\TBWA, ha llevado adelante un innovador proyecto denominado Braille Bricks: a partir del clásico juego de ladrillos encastrables (como LEGO y otros que le sucedieron), se modificó la forma de las piezas para que cada una exprese una letra del abecedario Braille. De esta forma, a partir de la experiencia didáctica que los ladrillos aportan con su juego se pretende introducir a los niños con baja visión o ciegos en el aprendizaje del idioma táctil
En la web del proyecto pueden verse otros videos que explican la experiencia e invitan a descubrir las posibilidades didácticas del juego. La idea se ha registrado como Creative Commons y la fundación busca que alguna compañía ayude a producir los ladrillos Braille a escala masiva.