La grandeza de lo simple
En 1970, la reconocida empresa norteamericana de muebles Herman Miller contrató a su primer diseñador gráfico interno: Steve Frykholm. Una de las tareas que se le encomendó fue la creación de un poster que comunicara la realización de un picnic de todos los empleados de la empresa. Con los años esta celebración se tornó tradición y los posters acompañaron el rito.
Pero su desfío trascendía la creación y lo obligaba a conocer cómo imprimir sus diseños. Su pasaje por los Cuerpos de Paz en Nigeria, en donde había impartido clases, le había permitido también incursionar en la serigrafía, tanto como valorar la mirada frente a las cosas sencillas de la vida.
Oriundo de otro tiempo, de otra velocidad, migrante digital, Steve destaca la dimensión y la presencia como atributos para el éxito de un afiche.
Su serie de afiches forma parte del Museum of Modern Art de New York.
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